Farmacéuticos y médicos alertaron sobre el impacto de la desregulación de medicamentos gástricos
BUENOS AIRES, septiembre 17: La COFA analizó la última medida de la ANMAT, que permite la venta libre de fármacos de la familia de los prazones en mayor concentración. Especialistas creen que esto llevará a mayor automedicación.

La semana pasada, una disposición oficial desregularizó aún más la conducción de venta libre de los medicamentos de la familia "prazones", que a comienzo del año ya habían pasado a esa categoría por decisión de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). A través de la disposición 8227/2024, la agencia reguladora dispuso que, de ahora en más, "la concentración máxima habilitada para la venta libre de los medicamentos omeprazol, esmoprazol, pantoprazol y lansoprazol, en su presentación de monodroga, será de 40 miligramos". Esto profundiza la idea del gobierno de permitir más libremente la dispensa de muchos tratamientos, algo que rechazan farmacéuticos y especialistas. En este sentido, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) publicó un documento donde asegura que la entidad "ya había advertido en el mes de mayo, cuando se dictó la Disposición 4171/24, acerca del riesgo de la comercialización de este tipo de medicamentos sin la supervisión profesional del farmacéutico". En ese momento se había permitido el cambio de condición de venta a productos de hasta 20 mg. Ahora la ANMAT amplió el switch de condición de venta en estos fármacos hasta 40 mg. Esas concentraciones no se encuentran disponibles como OTC en prácticamente ningún país del mundo. Por otra parte, "esto implica una importante restricción de acceso a estos medicamentos esenciales (omeprazol), ya que salen de la cobertura de la seguridad social". Cabe recordar que muchos pacientes añosos polimedicados "requieren de estos medicamentos en forma diaria para evitar efectos adversos gastrointestinales".

La ANMAT publicó la semana pasada la disposición 8227/2024 que establece la ampliación de los alcances de la disposición 4171/24 para las especialidades que contengan omeprazol como monodroga, hasta la concentración de 40 mg, esomeprazol como monodroga, hasta la concentración de 40 mg; lansoprazol, como monodroga, hasta la concentración de 30 mg y pantoprazol, como monodroga, hasta la concentración de 40 mg. Y establece que las presentaciones orales sólidas de los IFAs mencionados no podrán exceder de los 30 comprimidos y/o cápsulas. "Sin la intervención médica y si no hubiera asesoramiento de un profesional farmacéutico, esto conlleva tres riesgos sanitarios importantes al favorecer la automedicación sin control", alertó la COFA. los mismos son los siguientes: aparición de efectos adversos y toxicidad por la toma de dosis inadecuadas. Por ejemplo, a largo plazo pueden generar síndromes de malabsorción"; desde la agencia española de medicamentos (AEMPS) han señalado que al largo listado de los efectos secundarios del Omeprazol hay que sumar la nefritis tubulointersticial aguda, que podría acabar provocando insuficiencia renal. "Surgimiento de interacciones farmacológicas con otros medicamentos que pueden afectar la eficacia del tratamiento de patologías crónicas como las cardiovasculares, incidiendo en un mal control de la enfermedad", además de "retraso diagnóstico de enfermedades graves (por ejemplo cáncer) con potencial reducción de la expectativa de vida". "Recordamos a las autoridades la poca o nula utilidad de la disponibilidad de prospectos online. Es muy baja su lectura y mucho menor la correcta interpretación y percepción del riesgo, enmascarado por la condición de venta "libre" e impulsada por la publicidad de los laboratorios productores", dijo la COFA, que advierte sobre el riesgo al que una medida como ésta expone la salud de la población. "Estos productos deben estar siempre bajo supervisión de un profesional de la salud, por lo tanto, a pesar de ser de condición de venta libre, deben ser de venta exclusiva en farmacias", concluyeron.

En tanto, en un documento conjunto la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), la Federación Argentina de Gastroenterología (FAGE) y la Federación Argentina de Asociaciones de Endoscopia Digestiva (FAAED), también advierten sobre los riesgos que esta medida podría implicar para la salud pública, alertando sobre el creciente peligro de la automedicación y sus consecuencias. En el comunicado, los especialistas subrayan que la automedicación, una práctica cada vez más común, puede enmascarar síntomas graves, retrasando así el diagnóstico de afecciones potencialmente mortales como el cáncer de esófago o estómago, cuyas tasas han aumentado en los últimos años a nivel mundial y también en la Argentina. Los gastroenterólogos hacen énfasis en que síntomas como el reflujo persistente, la plenitud postprandial tras ingerir pequeñas cantidades de comida, el dolor abdominal recurrente y la pérdida inexplicada de peso no deben ser subestimados, ya que podrían ser signos de enfermedades serias. Según los profesionales, muchas personas optan por adquirir medicamentos de venta libre en lugar de consultar a un médico, lo que puede tener graves consecuencias. Si bien los inhibidores de la bomba de protones son efectivos para tratar síntomas leves de acidez o reflujo, su uso prolongado sin la debida supervisión médica puede acarrear efectos secundarios negativos, empeorando la salud de los pacientes en lugar de mejorarla. Ante este escenario, las tres entidades médicas instan a la población a no ignorar los síntomas y a acudir a profesionales capacitados para recibir un diagnóstico adecuado. También apelan a los farmacéuticos y médicos generales para que eduquen a los pacientes sobre los riesgos de la automedicación y subrayen la importancia de una evaluación médica correcta. "La educación y la prevención son claves en la lucha contra las enfermedades digestivas graves, que en muchos casos pueden evitarse con un diagnóstico y tratamiento oportunos", resaltó Marcelo Thomé, presidente de SAGE. Los especialistas reconocen que los inhibidores de la bomba de protones son medicamentos útiles, pero su venta sin receta médica podría incrementar el mal uso, alimentando una falsa sensación de seguridad entre quienes los consumen. El comunicado de SAGE, FAGE y FAAED es un recordatorio de que la automedicación, aunque muchas veces vista como una solución rápida a malestares comunes, puede tener consecuencias serias para la salud. Los especialistas instan a la población a ser responsables y a consultar a un médico ante la aparición de síntomas digestivos persistentes.